Por Valia Carmenate, terapeuta y maestra de Reiki.

El año final de la Era anterior se acabó, en su salida los cimientos movió y grandes surcos abrió.
Se fue quien nos ayudó a ver, con su 20/20 de visión, lo que oculto se encontraba para transformar y dar vida al renacer, se fue para no volver, se fue dejando las puertas abiertas al saber.
Agradecer al año que tanto nos estremeció es mirar con los ojos del amor, crecer constantemente es nuestra mejor condición.
Los que por muchas causas el retorno al hogar emprendieron, con su luz encendieron a quienes en aparente soledad quedamos, hoy nos volteamos y vemos al hermano que con su amor nos abraza.
El primer año de la nueva Era amaneció anunciando el despertar, mostrando hacia adentro el sendero a transitar.
Como buen comienzo el esfuerzo es primordial, ver al interno es echar el camino a andar.
La mente creadora de la cual disponemos, es herramienta perfecta para este tiempo, usarla de acuerdo a la luz de tu centro conectada al pulso del universo.
Las memorias del pasado han de sanar, dentro y hacia los demás, el perdón tan necesario nos vamos a otorgar y así sanar y avanzar.
Tu luz debe brillar y a todos iluminar, es tu decisión cuándo empezar, limpiar y liberar para tu poder de alumbrar logres recuperar.
Tu luz debe iluminar aquí en la tierra y más allá, donde las estrellas en el firmamento están.
Un ciclo de renovadas esperanzas ante nosotros se asoma, con la bendición más elevada nos corona.
La verdad oculta en el palpitar, deténte, escucha y siente sus pasos dar.
Lo que el corazón desea y es prioridad, unir sus partes gemelas femenino y masculino en su integridad.
Recién hemos nacido, ya la nueva Era es una realidad, en nuestra intención queda lo que vamos a crear, es la Luz y no hay más, sólo la luz para iluminar.
Lo nuevo presente está, como el mejor regalo que ha de llegar, abre tu corazón y lo descubrirás, despeja tu mente y lo entenderás.
Este año es la continuidad del camino en el despertar, sanar es nuestra realidad y no hay mañana que esperar.
Cuando el alma llama estar presto a escuchar, que hay rumbos que sondear.
Intenta, asómate a esta realidad, búscate y te encontrarás.
Inhala el aliento de la vida en cada pulso del corazón, que a ese ritmo late el amor.
Somos una frecuencia en expansión, inhala la vida y derrama amor.
En unidad todo es mejor, por eso cantemos, cantemos al amor.
Que nuestras almas vibren al vernos unidos cantando al ritmo de la luz y el amor divino.
Este año bendecido por el despertar, nos toca empezar a caminar en la conciencia de la unidad.

Autora:Valia Carmenate

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