Por Valia Carmenate, terapeuta y maestra de Reiki.

Mikao Usui, médico de origen japonés, lo redescubrió a principios del siglo XX. Después de una larga búsqueda, que culminó con un retiro de ayuno y meditación en el monte Kurama, luego de vivir una experiencia intensa con la Fuerza Sagrada que conocemos como Reiki, a los 21 días le fueron revelados los mantras y símbolos de esta forma de sanación.

Cualquier persona puede recibir la terapia Reiki: recién nacidos, mujeres embarazadas, niños, adolescentes, adultos y ancianos. También pueden acudir personas que están sanas y quieren mejorar su condición o enfermos que quieren liberar su cuerpo de algún padecimiento. A los que están en fase terminal, el Reiki les ayuda en el proceso de transición y a los familiares les mejora la compresión del proceso de transición, a través de la calma emocional, el entendimiento y la aceptación.

Complemento holístico

El Reiki es compatible y complementario con cualquier tratamiento homeópata o alópata. Se transmite por imposición de las manos del sanador sobre el cuerpo del paciente, en sesiones de 40 a 50 minutos. Tiene como resultado la sanación de enfer- medades y la relajación del cuerpo y la mente. A su vez, ayuda en la toma de conciencia, lo cual conduce a mejorar las relaciones interpersonales y sociales, al dar un mayor entendi- miento a las situaciones que ocurren a nuestro alrededor. También equilibra el funcionamiento de los hemisferios cerebrales. Después de un proceso de varias sesiones, según lo que cada paciente requiere, se logra un aumento en la capacidad física y mental, así como mayor vitalidad, alto índice de concentración y mejor control de las emociones. Lo anterior ayuda a que las horas de sueño se vuelvan reconfortantes.

Así, se han logrado desaparecer gripes, migrañas, depresiones, miedos y dolor por la pérdida de seres queridos; así como problemas de estómago, ri- ñones, hígado, pulmones y glandulares, sin perder la continuidad de los trata- mientos con los médicos alópatas. En el caso de los niños, puede apreciarse una mejor concentración, lo cual les ayuda a elevar su rendimiento escolar y a tener mayor resistencia ante las enfermeda- des. Esto contribuye a que sean más alegres. Además, durante el tratamiento disfrutan los momentos de relajación y les gusta repetir la experiencia.

Armonización y sanación

Según la teoría del reiniciador del Reiki, esta terapia debe darse en gru- pos, de cuatro sesiones, y extender su duración entre una y otra para que la persona aprenda a cuidar su salud física, mental, emocional y espiritual a medida que va sanando. De esta forma, aunque se le presenten si- tuaciones difíciles en la cotidianidad, siempre sabrá cómo resolverlas de la mejor forma. También se puede dar la terapia en una sola sesión, con el fin de armonizar el cuerpo. La respuesta al tratamiento dependede cada quien. Algunas son rápidas en el proceso y otras requieren más tiempo. La individualización de los casos es muy importante. El terapeuta debe modificar la cantidad de sesiones de acuerdo con el paciente para agilizar su proceso y no permitir que se vuelva dependiente.

La sesión se da en un espacio de tranquilidad y confort, con música adecuada para ayudar a un profundo relajamiento. De preferencia, se espera que el paciente llegue con ropa de tonos claros: el blanco beneficia, sobre todo, en el primer encuentro. Fundamentalmente, la imposición de las manos del sanador se centra en el área de los chakras (centros energéticos del cuerpo por donde fluye la energía proveniente del universo y de la Tierra). Cuando el sanador siente que es necesario desplazar las manos a otras áreas es porque falta la armonía, lo cual a futuro puede resultar en alguna enfermedad.

Sensaciones

¿Qué experimenta el paciente? Siente un calor sutil y agradable que inicia en la zona donde se empieza a aplicar la energía, que se extiende a todo el cuerpo en la medida que va avanzando la terapia. Esto se debe al flujo de energía e irrigación sanguínea, que en ese momento se hace mayor. En ocasiones, se tiene la sensación de que se libera del cuerpo y se hacen movimientos involuntarios en las extremidades, lo cual provoca un profundo relajamiento y descanso que en algunas ocasiones conduce a un sueño profundo. Muchos pacientes dicen haber encontrado la solución a lo que les preocupaba tras haber permitido ese momento de re- lajación de la mente y el cuerpo, que da la entrada a la energía vital.

En diferentes circunstancias, el paciente puede presentar crisis curativas, ya sean físicas o emocionales. Es buena señal, pues indica una liberación de bloqueos.

El sanador no usa su propia energía para sanar, pues ésta proviene del universo y el sanador sólo es un canal para su transmisión. A diferencia de otras terapias alternativas, para ser sanador Reiki es preciso tener una iniciación. Una ventaja de esta disciplina es que no sólo puede trasmitirse con la persona físicamente presente, también puede ser en sesiones a distancia sin importar qué tan lejos se esté. Los resultados son muy buenos.

El Reiki es un sendero para expresar sentimientos puros mediante la energía universal y el amor a nosotros mismos y a los demás, cuando somos canales de esa energía en su beneficio.

Autora:Valia Carmenate

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