Por Valia Carmenate, terapeuta y maestra de Reiki.

Muchas personas me preguntan cómo hacer para perdonar, saben que es necesario pero piensan que es difícil de lograr.
Estar en conflicto con otras personas y con uno mismo es desagradable y limitante, crea un estado de estancamiento en una historia pasada cuando la vida continua su inexorable camino.
Aunque el tiempo desde el acontecimiento que afectó la relación ha transcurrido, los sentimientos continúan inalterables, la mente recurre con cierta frecuencia reviviendo cada palabra, gesto o acción y cada vez que hay la oportunidad de contar la historia se enciende en todo el cuerpo el recuerdo, como fuego que arrasa y destruye a su paso.
Si estos sentimientos almacenados continúan, con el tiempo comienzan a aparecer dolencias físicas, malestares, enfermedades, disminución de facultades, alteraciones de cualquier tipo, incluso envejecimiento y entonces comienza una carrera para conocer qué enfermedad atacó al cuerpo, una vez diagnosticada sigue la medicación que alivia el cuerpo y oculta la causa. Vuelve a pasar determinado tiempo y regresan los problemas de salud que a veces obtiene el título de crónico. Entonces ¿qué hacer?
Comprender que:
Toda acción tiene consecuencias.
El perdón es amor.
El bienestar propio te vincula directamente con los demás.
Mientras sostienes la flecha del odio, la vida sigue su curso.
Negar el perdón a otros, es negarte la salud y la vida.
No perdonar, solo pone de manifiesto falta de amor.
Resistirse a perdonar es no creer en la unidad que somos.
La incapacidad para perdonar es causa de enfermedades como el cancer.
El perdón libera y sana relaciones difíciles.
Perdonar produce paz y eleva la frecuencia vibratoria.
Tener conciencia del valor del perdón es querer vivir la vida mejor y es una buena forma de aportar beneficios a nuestra civilización.
El cuerpo físico tiene inteligencia y requiere de atención y cuidados diarios y una forma eficaz de proporcionarle beneficios es permitiéndole a través del perdón, la liberación de las toxinas que producen los conflictos.
¿Cómo perdonar?
Si hasta aquí comprendes la importancia del perdón, estás muy cerca de lograrlo ya que a través del entendimiento se abre una puerta para llegar al estado de paz que proviene del perdón.
El punto es, entender que el perdón libera, perdonar a otros es liberarse de una cadena, de un yugo al que la propia persona se ha sometido para dejar de ser esclavos del propio odio y resentimientos y así disfrutar de la tranquilidad como resultado, lo cual lleva a conciliar mucho mejor el sueño en las horas del descanso, tener mejor concentración, los pensamientos enfocados en temas creativos entre otras bondades.
Para continuar te sugiero comenzar por perdonarte. Por ejemplo:
Dedica 10 minutos a esta práctica. Siéntate con la espalda derecha, hombros relajados, pies en contacto con el piso o tierra, realiza tres respiraciones profundas para relajarte y di Desde mi amada Presencia de Dios Yo Soy invoco a la llama violeta del perdón y la transmutación para que me cubra y transmute todo lo que deba ser perdonado y transmutado durante esta práctica del perdón hacia mí. Y dices:
Me perdono por todo lo que he considerado error en mi vida.
Me perdono por todo el mal que me he provocado.
Me perdono por todo el odio que he sentido.
Me perdono por sostenerme en el resentimiento y rencor.
Me perdono por todo lo que he considerado faltas.
Me perdono por sentirme culpable.
Me perdono por generar conflictos.
Me perdono por caer en los conflictos ajenos.
Me perdono por todas las ofensas que he emitido hacia mi persona.
Me perdono por todas las ofensas que he emitido hacia otras personas.
Me perdono por los juicios y críticas que he expresado.
Me perdono por todos los pensamientos limitantes que hay en mí.
Me perdono por los actos inapropiados que he cometido.
Me perdono por todos los miedos que me alejan del amor.
Puedes agregar más temas si así lo sientes.
Toda práctica requiere de un tiempo, poniendo la intención sincera de sentir el perdón que te otorgas, tómalo como rutina durante 9 días, 3 veces al día.
Una vez completado continuamos al siguiente paso.
Recuerda, si quieres sentir paz en tu corazón te espera el sendero del perdón.

Autora: Valia Carmenate

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