Por Valia Carmenate, terapeuta y maestra de Reiki.

La aromaterapia actúa sobre el sentido del olfato, llega al torrente sanguíneo y al sistema nervioso central y produce un efecto sanador mediante el relajamiento.

Le provoca al paciente una sensación de paz, tranquilidad y armonía. Los olores se van registrando en el cerebro con el fin de asociarse con personas, eventos, situaciones y momentos agradables o desagradables. Con la aromaterapia se relacionan sentimientos o emociones negativas que afloran para ser liberados y trasmutados, así como despertar reforzar los momentos de vivencias positivas, agradables y de creci- miento interior.

El efecto terapéutico se logra mediante la inhalación directa de la esencia o con un difusor que ayuda a mantener en la habitación el aroma concentrado, o con la aplicación en la piel,con un aceite base en un masaje corporal estimulante, relajante y energético según el tipo de masaje. Las esencias también pueden utilizarse en compresas y durante el baño.

Las esencias se extraen de flores, raíces, tallos, hojas, cortezas, frutas, resinas, semillas, musgos, hierbas y plantas. Cada una tiene sus propias características, aroma e identidad, las cuales deben ser tomadas en cuenta para usarse con co- nocimiento y responsabilidad. Debe tomarse en cuenta que, en algunas personas, determinada esencia puede producir reacción o irritación y no ser agradable al olfato. En estos casos no es recomendable aplicar, pues no producirá un efecto sanador.

La aromaterapia ha demostrado que ayuda a dar tranquilidad, claridad mental, relajamiento y mejora en la respiración. También está documentado que disminuye síntomas de angustia y depresión, detiene la tos y los dolores de garganta, evita el contagio de enfermedades virales y purifica el ambiente, entre otros beneficios que diversas culturas han registrado como forma para lograr el equilibrio en el ser humano.

HISTORIAS

Hace más de 5 mil años, en China se hablaba de un emperador que describió las propiedades curativas de dos plantas específicas: el ruibarbo y la granada. Sin embargo, la historia registra a la egipcia como la cultura precursora de la aromaterapia. Los egipcios utilizaban los aceites esenciales con fines curativos, cosméticos y en la preparación de cadáveres para su preservación. Las propiedades de las esencias vegetales se ponen de manifiesto con la excelente conservación de las momias.

En los jeroglíficos, se muestra cómo sacerdotes y médicos de la época prescribían mirra a manera de antiinflamatorio, planta para la cual tenían diferentes formas de extracción de la esencia. También se demuestra que en la grandes fiestas se quemaban muchas sustancias aromáticas (como ciprés, enebro y la propia mirra) para purificar el ambiente.

Por su parte, los griegos y romanos desarrollaron conocimientos en la utilización de las esencias aromáticas y su efecto en el pensamiento, los sentimientos y la salud física. En India nació la medicina Ayurveda, en la cual se utilizan ampliamente todos los aceites esenciales para lograr un equilibrio entre el cuerpo y la mente. Los árabes viajaban en busca de plantas aromáticas que usaban en la medicina para protegerse de infecciones y purificar.

En la época actual, en Francia e Italia se conoce a la aromaterapia a partir de 1920, cuando el químico René Gattefossé utilizó lavanda accidentalmente. Luego de quemarse la mano, la sumergió en la esencia de esta planta y se sorprendió al ver la rapidez con que se curó la herida.

A partir de ese momento, Gattefossé comenzó una investigación que lo llevó a escribir en 1937 el libro titulado Aromaterapia, el cual causó un gran impacto en la sociedad de aquel entonces y dejó sentadas las bases de esta disciplina como una forma de sanación ante el desequilibrio. Quienes han recurrido a la aromaterapia han disfrutado el aroma de la vida, la existencia y el amor universal, que son las finalidades de las tera- pias alternativas.

Aromaterapia

Autora:Valia Carmenate

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