Por Valia Carmenate, terapeuta y maestra de Reiki.

Hemos vivido en la complejidad de la vida humana y ahora nos encontramos en un avance evolutivo y para ello es el momento de integrarnos y conectarnos al amor que es la fuerza que sostiene la vida.
Cuando llegamos y nacemos a esta forma de vida como un bebé no sólo somos un cuerpo físico, somos también alma, espíritu y la Presencia Yo Soy de Dios.
Qué momento complejo estamos viviendo cuando lo vemos desde el trauma, miedo y ansiedad, es decir desde la parte humana que ve lo tangible y el sufrimiento que trae consigo. Será que el aislamiento social es la forma en que todos vamos a recordar y despertar. Tantas personas que han partido en el último tiempo nos pondrán a valorar más la vida y como nos relacionamos con ella. Quizá el tiempo de silencio nos ayude a conectar con nosotros mismos.
Es un tiempo para pensar y replantearnos la vida, es una bendición que estemos teniendo esta dispensación y que llegó justo a tiempo.
Es ahora que podemos unificar nuestra alma, espíritu y el Yo Soy con nuestro cuerpo físico para  encontrar el equilibrio que la nueva era trae consigo, es tiempo de creer y crear en la Luz que somos y que es nuestro mayor componente,  recordar la conexión que tenemos con la tierra y con la energía superior que es quien nos da la vida, así como la conexión que existe entre todos los reinos y entre cada uno de nosotros, es momento de unirnos, de ver por nosotros y por todos en la misma proporción.

Regreso al Yo Soy

Este alto en nuestros caminos que se nos presenta es la oportunidad para crear la luz que queremos en nuestras vidas, entornos y el planeta, para regresar a lo que somos, a la luz y el amor, a vivir en paz y armonía, en equilibrio con nuestro entorno y muy importante a recordar que todos somos iguales, que Somos UNO, que estamos conectados a la tierra quien es un ser vivo, no con forma humana y si con forma de planeta pero es un ser que siente y ama y nos pide que seamos consciente de cómo vamos a continuar la vida en su cuerpo viviente, que seamos conscientes del infinito amor que nos tiene a cada uno sin importar qué rol desempeñamos hoy en esta vida, es tan fácil amar, no necesitamos nada para amar, solo dejar todo eso que nos pesa. Y cuánto valor tiene para nuestro planeta que lo amemos y que nos amemos los unos a los otros porque somos creadores de vida, vinimos a experimentar, aprender, compartir, cuidar, amar y crear belleza y más vida.
Somos seres espirituales con alma, espíritu y la Presencia de Dios Yo Soy en cuerpo físico y es el valioso y justo tiempo de re-conectarnos, de unir todas nuestras partes, ese es el camino porque esa conexión nos lleva al lugar más preciado “nuestro corazón” y eso significa vivir en el amor incondicional, el cual clarifica, nos eleva, nutre, da más vida, nos sostiene y allana nuestros caminos.
Y es en ese estado de amor incondicional que la vida retorne al equilibrio y que la sabiduría del corazón sea la guía que anhelamos. El momento de entrar en el cambio y la transformación es ahora, justo aquí.

Autora:Valia Carmenate

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